domingo, 17 de agosto de 2014

Yokai



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Traducido como "aparición", "demonios" o "monstruo", el yokai es una clase de criatura muy abundante en las narraciones mitológicas japonesas. Dependiendo de las historias y de las épocas, los yokais pueden ser malignos o benignos, desde los traviesos kitsunes y tanukis, hasta los malvados onis, e incluso las bellas korimes (mujer de las nieves - "yuki onna"). Algunos son animales, otros poseen apariencia humanas, mientras que otras historias vemos objetos cobrar vida y criaturas amorfas o humanos con rasgos animales y viceversa. Lo cierto es que el termino "yokai" abarca un sin fin de criaturas sobrenaturales que invaden las antiguas historias, mitos y relatos mitológicos del antiguo Japón. 

En cuanto a poderes, los yokai poseen un poder físico, mental y espiritual superior al humano, lo que los hace arrogantes en muchas ocasiones y tienden a hacer maldades a viajeros. Según la creencia popular, son invulnerables a las agresiones humanas pero pueden ser derrotados por bendiciones de los monjes budistas.
Las costumbres de los yokai varías según las historias, algunos viven en zonas aisladas y alejadas de los poblados, mientras que otros prefieren habitar casas, e incluso algunos yokai prefieren los bosques, pantanos y caminos. Se sabe de yokais asesinos, amorfos y hasta capaces de tomar diversas formas.

El termino Yokai se usa para abarcar un amplio espectro de criaturas paranormales; muchas veces, a los animales salvajes, se los suele asociar a fenómenos inexplicables, acuñandoles el nombre de yokais; entre los más conocidos tenemos al Kitsune (zorro), el Tanuki (mapache), Hebi (serpiente), Kamaitachi (comadreja), Inugami (perro), Bakeneko (gato) y el Mujina (tejón).
Por otra parte, también tenemos yokais humanoides como el Kappa, una criatura de aspecto similar a un niño con características anfibias. Los onis son demonios malignos totalmente amorfos y también vemos historias de objetos inanimados que tras cumplir ciertos requisitos cobran vida, siendo llamados Tsukumogamis.

Finalmente, también vemos yokais con características y funciones demasiado específicas como para ser colocados en una categoría amplia, como el abura sumashi, un espíritu que se atraviesa en el camino de los viajeros y que bebe aceite; o el amikiri, un yokai que solo se dedica a cortar las redes de los pescadores.


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