- Inugami por Sawaki Suuchi -
Se trata de un tipo de Yokai, procedente de la creencia de los "espíritus animales" que son llamados para ejecutar alguna venganza o para proteger a una familia. El inugami es un espíritu perro que puede ser creado mediante ciertos métodos de la hechicería Kojyutsu (prohibida en el período Heian). Este método consistía en enterrar a un perro hasta el cuello y dejarle comida cerca, pero sin que pudiera alcanzarla. Mientras tanto, el amo debe repetirle que el sufrimiento que padece no es más grave que el que padece él mismo y su familia. Tras morir de inanición, se le debe cortar el cuello al animal para que se convierta en un inugami (literalmente "Dios Perro"). El cuello del perro se conserva como amuleto y como garantía de obediencia. Otro método es encerrar a varios perros sin agua ni comida para que se devoren entre ellos y luego cortar el cuello del animal que muera último, el cual será el inugami. Quienes poseen un inugami son llamados "Inugami-mochi"
Existen muchas historias, todas basadas en la premisa de que los perros son criaturas fieles, compañeras y defensoras del bienestar de su amo o familias, mientas que en los cuentos populares son considerados seres mágicos, a veces capaces de hablar.
Una de las leyendas más extendidas y conocidas es la de una anciana que busca venganza contra un enemigo. Para ejecutar su venganza, la anciana enterró a su amado perro en el suelo dejando solo la cabeza afuera y dijo: "si tienes alma, has mi voluntad y te adoraré como a un dios". Luego cortó la cabeza del animal con una sierra de bambú, liberando su espíritu como un inugami, quien ejecuto su venganza, pero también maldijo a la anciana por la dolorosa muerte que le hizo padecer.
En otras historias, el inugami trata de volver a su cuerpo, pero al encontrarlo inhabitable por su estado de putrefacción, opta por poseer el cuerpo de su amo. Según estas historias, el cuerpo poseído por un inugami se cura de enfermedades y dolencia, pero adopta los comportamientos caninos del animal que lo posee.
En otras historias, el inugami cumple el papel del kitsune, como un ser benigno, que da buena fortuna y puede cambiar de aspecto. A diferencia de otras historias, en estas el inugami sigue sus propios impulsos en vez de atenerse a los deseos de su amo.
La creencia en estos seres se extiende por muchas regiones de Japón incluso en nuestros días, desde Kyushu hasta Okinawa. De hecho, en los casamientos se suele verificar los arboles genealógicos para corroborar que ningún pariente fue un inugami-mochi, para evitar relacionar la familia a la brujería.
Si bien, se atribuye su origen a la fidelidad de los perros, también existe la leyenda de que proviene del Nue, un yokai que al ser derrotado por Minamito no Yoshitsune fue cortado en 4 piezas; según la leyenda, el inugami surge de una de las partes del Nue.