Los Kappa ("niño del río"), también llamados Kaori, Kawataro, Gataro, Kawako o Komahiki, es una criatura mitológica catalogada como un yokai que, según la tradición japonesa, vive en los lagos. Se atribuye el origen de estos seres a la costumbre de colocar los cuerpos de los bebes que nacieron muertos en pequeñas embarcaciones que se lanzaban a los ríos.
Su aspecto posee forma humanoide, pequeña como el cuerpo de u niño y de rasgos similares a los de un sapo. En algunas representaciones se lo muestra con cabeza de tortuga, aunque en la mayoría de los casos posee un caparazón y su piel escamosa varía en colores del verde al amarillo o azul. Pero la que tal vez sea su mas destacable característica física, es su cabeza, la cual posee una cavidad en la parte superior, llena de agua y con algo de cabello al rededor de la misma. Según la creencia, son criaturas del agua y los ríos, por tanto el agua de sus cabezas contiene toda su energía, la cual pueden perder y morir si permanecen mucho tiempo fuera del agua, por efecto de la evaporación.
Aún así, se sabe de historias donde los kappas se aventuran a las montañas, cubriendo sus cabezas con plantas, cascos u otros objetos que les permitan protegerlas.
En cuanto a su comportamiento, en la mitología se los describe como malas criaturas. Existen historias donde demuestran un comportamiento por demás grosero (eructos, flatulencias, etc), observando mujeres mientras se desvisten, roban hortalizas en los huertos, roban bebes y violan mujeres. Incluso es de gran conocimiento que los kappas adoran la carne de los niños humanos, según las leyendas, arrancan y devoran el shirikodama, una especie de bola ubicada dentro del ano (posiblemente la próstata).
Pese a esto, los kappas también son descritos como criaturas educadas si se encuentran en situaciones que lo ameriten, viéndose obligados a devolver una reverencia si alguien los saluda, situación más que provechosa, ya que descuidan su cabeza y al hacer la reverencia dejan caer el agua dentro de ella y pierden temporalmente sus poderes. Otro método efectivo para espantar a un kappa es el fuego, incluso al día de hoy, muchas comunidades lanzan fuegos artificiales en días festivos con el fin de ahuyentar a los malos espíritus.
A pesar de esta mala reputación, también hay historias de buenos kappas que ayudan a los humanos, o los espían en carácter de curiosidad. Hablan japones y hacen tareas para los humanos a cambio de aquel alimento que tiene un sabor que adoran más que el sabor de la carne de niños: los pepinos. Era común que la gente lanzara pepinos al rededor de sus casas para evitar que se roben a sus hijos.
Estas características positivas de los capas son las que fueron explotadas por el mundo del anime, el manga y el merchandising japones, siendo actualmente representados como criaturas inofensivas y hasta tiernas.
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